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Si estás pensando en montar un gimnasio boutique o tienes el proyecto listo para emprender, seguramente te estés preguntando «¿cuánto cuesta montar un gimnasio boutique?». Lo cierto es que no existe una respuesta única para esta cuestión, ya que son muchos los factores que influyen en el precio final.

Por ejemplo, hay que tener en cuenta si el local es de compra o de alquiler, o si hemos decidido coger un traspaso y el gimnasio ya estaba previamente montado. Y, por supuesto, habrá que tener en cuenta el tamaño del mismo.

Normalmente, para montar un gimnasio boutique se requiere de mucho menos espacio que para montar un centro deportivo multidisciplinar en el que se ofrecen muchas actividades distintas. Pero aunque los costes sean menores que los de un gimnasio tradicional, la realidad es que montar un gimnasio boutique no suele ser una inversión económica. Los únicos casos en los que pude serlo es en aquellos en los que encontremos un local que cuente con vestuarios y zona de recepción y la actividad ofrecida en el centro no requiera de mucho equipamiento o material, sino que tú seas la materia prima del negocio.

 

Presupuesto necesario para montar un gimnasio boutique

Acondicionar y equipar el local

Aunque los gimnasios boutique suelen requerir de menos metros que un gimnasio convencional, pongamos como ejemplo un local de unos 300 metros cuadrados para orientarnos sobre lo que cuesta acondicionar y equipar un gimnasio boutique.

  • Demolición y actuaciones previas (750 euros)
  • Saneamiento (1.800 euros)
  • Fontanería (1.300 euros)
  • Agua caliente sanitaria (900 euros)
  • Aparatos sanitarios (3.200 euros)
  • Electricidad (13.600 euros)
  • Iluminación (4.300 euros) y audiovisuales (2.800 euros)
  • Albañilería y falsos techos (12.600 euros)
  • Revestimientos (1.400 euros)
  • Pintura (3.900 euros)
  • Suelos y pavimentos (13.700 euros)
  • Carpintería y cerrajería (11.000 euros)
  • Climatización y ventilación (11.000 euros)
  • Vidrios (5.200 euros)
  • Equipamiento y mobiliario (12.000 euros)
  • Contraincendios (300 euros)
  • Solución tecnológica (11.300 euros)
  • Sistema de acceso (6.000 euros)

 

En definitiva, para aquellos casos en los que es necesario acondicionar el local por completo y comprar todo el mobiliario y el equipo del gimnasio, la inversión puede llegar a alcanzar los 100.000 euros en total. Claro que todo depende de las dimensiones del local y de sus necesidades. Y es que no es lo mismo coger un local que está en bruto que uno que está en perfectas condiciones para colocar solamente los muebles y los equipos. En este caso, hay muchos gastos que se reducen.

Máquinas de gimnasio

Las máquinas que se necesitan para montar un gimnasio boutique suelen ser menos que las que se requieren para un gran centro deportivo de los de toda la vida. Incluso hay gimnasios boutique que no tienen máquinas y que únicamente se dedican a impartir clases de una determinada actividad, como pilates o Yoga. Así pues, esta inversión es muy variable.

Si necesitas máquinas para tu gimnasio, puedes optar por comprarlas o alquilarlas.  Alquilar las máquinas es una buena forma de ahorrar, ya que no tienes que hacer un gasto inicial tan grande al principio sin saber si el negocio será rentable o no. Además, muchas empresas ofrecen servicios de renting en los que se incluye también el mantenimiento y reparación de las máquinas, por lo que no tendrás que preocuparte si se estropean.

En cualquier caso, es fundamental que elijas la modalidad que elijas, siempre cuentes con máquinas de calidad y de última generación para proporcionar una dosis extra de atractivo a tu gimnasio de cara a los clientes. En este sentido, es muy importante que te pongas en contacto con el fabricante de los equipos para gimnasio y que te dejes asesorar sobre cuáles son las mejores opciones.

 

Marketing y publicidad

Generalmente se necesitan unos 3.000 euros para campaña comercial (comerciales con fijo y variable dedicados a trabajar para la captación de socios antes de la apertura), otros 3.000 euros para invertir en publicidad, buzoneo y acciones parecidas que ayuden a atraer a los primeros clientes al gimnasio y unos 5.000 euros para material textil y promocional de imprenta. Además, habrá que destinar algún dinero para invertir en la fiesta de inauguración que se celebra en las primeras 6-8 semanas con los socios, para dar a conocer la apertura en el barrio.

Port otro lado, es muy importante cuidar la atención al cliente y la presencia digital del club, tanto en la web como en las redes sociales. Un gimnasio suele tener un perfil más local, por lo que la comunicación debe seguir esta línea: calendarios, eventos y ofertas. Así como animar a los clientes a participar en las redes sociales es la mejor manera de dar visibilidad al centro y aumentar el ratio de socios.

Otros costes

Hay algunos costes que, con frecuencia, pasan desapercibidos para el emprendedor, pero que también forman parte de este desembolso que deberá afrontar para abrir el negocio y desarrollar la actividad, como el alquiler y fianzas del local, el coste del personal y gastos operativos.

  • Royalty de franquicia: si te has afiliado a alguna franquicia de gimnasios boutique, deberás tener en cuenta el coste de los royalties mensuales que deberás pagar a la marca. Lo que variará mucho en función de las condiciones de cada una de ellas. Por eso, es importante informarse bien antes de comenzar para evitar que estos gastos terminen ahogando la economía de nuestro negocio. Puede que incluso te salga más rentable montarlo por tu cuenta.

 

Eso sí, pertenecer a una franquicia te permitirá disfrutar en todo momento de un gran equipo que te apoyará y te ofrecerá el asesoramiento necesario en base a experiencias previas. Una decisión que debes reflexionar y estudiar muy bien antes de lanzarte a la piscina. Incluso si no quieres abrir una franquicia, siempre es recomendable contratar los servicios de una consultoría que te ayude en estas cuestiones, como Solicom, agencia de marketing especializada en gimnasios boutique.

 

  • Alquiler del local: el alquiler de un local comercial suele variar entre los 10 y los 14 euros por metro cuadrado al mes, aunque depende mucho de la zona. Eso sí, lo ideal es que analices bien los precios de la zona y el coste de arrendamiento no sea superior en más de un 20% al precio medio. Además, existe la opción de pactar un precio inicial con el propietario del local e ir escalándolo cada año conforme vayas teniendo más clientes.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que si necesitas acondicionar el local y hacer reformas, es recomendable que pactes un periodo de carencia con el propietario para no tener que afrontar el pago de las rentas mensuales mientras se efectúan las obras, ya que el negocio no tiene actividad y, por tanto, tampoco ingresos.

  • Fianza: la fianza no es un gasto que podamos eliminar de la ecuación, sino que es uno de los costes obligados cuando se decide montar un negocio de este tipo y alquilar un local. Por ley, se exige una fianza de dos meses de renta para alquilar un local. Esto quiere decir que si el local vale 1.000 euros al mes, tendrás que tener 2.000 euros más para dejar en depósito y que no recuperarás hasta que te marches.

 

  • Aval bancario: hay que tener en cuenta que algunos propietarios pueden pedir un aval bancario. En la mayor parte de los casos, no es algo que se pida, pero debes saber que hay algunos locales en zonas muy demandadas en los que es bastante habitual. Se trata de una garantía adicional que se pide para asegurar el pago de varias mensualidades en caso de que el arrendatario deje de pagar el alquiler. El inquilino debe solicitar al banco un documento que garantice la cantidad solicitada por el casero (normalmente son entre 3 y 6 meses). Para solicitar un aval bancario, la entidad financiera suele hacer un estudio de solvencia y solo lo concederá si se cumplen unos requisitos.

 

  • Contratación del personal: al principio no es conveniente contratar mucho personal, ya que mientras los clientes se apuntan, no lo necesitarás y, de esta forma, puedes ahorrarte mucho dinero. Los puestos que necesitarás son el de director, recepcionista y monitor. Tú mismo puedes ocupar cualquiera de los tres siempre que estés cualificado para ello. Por ejemplo, si estás formado y tienes experiencia como instructor en la actividad que vas a ofrecer en tu gimnasio boutique puedes impartir tú las clases. De lo contrario, es mejor que te encargues de la recepción o de las tareas administrativas y de gestión de la dirección. Recuerda que la calidad de las clases es la principal fortaleza de un gimnasio boutique.

En cuanto a los sueldos, no es necesario que al principio pagues un salario a jornada completa a tus trabajadores, sino que puedes contratarlos por horas en función de las clases que sea necesario impartir, lo que dependerá mucho de la cantidad de socios que se apunten al gimnasio. Debes tener en cuenta que los gym boutique destacan por dar sus clases en grupos reducidos de no más de 15 personas, por lo que si tienes 150 clientes, necesitarás hacer unos 10 grupos.