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¿Sabías que el coronavirus ha aumentado hasta en un 62% las compras online? De hecho, cuando se instauró el Estado de Alarma en España, todo el mundo señaló un claro ganador, el comercio electrónico. Aunque obviamente no era una predicción muy complicada, sí que había otra que se mencionaba mucho menos: el sector iba a colapsar porque no iba a ser capaz de asumir un aumento tan grande del volumen de pedidos, envío y logística. Y así fue.

compras online

La situación de confinamiento que hemos vivido en España en los últimos meses ha hecho que muchos negocios se hayan visto avocados a echar la persiana ante la imposibilidad de poder afrontar los gastos del mismo sin obtener ingresos. Sin embargo, ya en los primeros días del confinamiento se constató que las webs de comercio electrónico comenzaron a subir. Al principio se produjo un estancamiento en el consumo que también afectó a las compras online, pero días más tarde volvieron a incentivarse, impulsadas por la situación de un mundo menos presencial y marcadas por nuevas demandas en sectores hasta la fecha inesperados.

Ahora, dentro de la nueva normalidad, aunque todos los establecimientos han vuelto a abrir sus puertas, muchos de ellos cuentan con limitación de aforo, lo que ha dado lugar a cierto malestar generalizado entre los comerciantes. De hecho, en algunos locales de pequeño tamaño es necesario limitar tanto la entrada que no resulta rentable abrir.

En este contexto, las tiendas online se han erigido como la situación definitiva, porque son perfectamente capaces de adaptarse a la situación por la que estamos pasando y porque son una clara solución para muchos negocios que no cuentan con los recursos para afrontar esta complicada situación de otro modo.

Por eso, si tu empresa todavía no ha dado el salto al comercio electrónico o si tienes pensado montar un nuevo negocio, debes tener en cuenta que Internet es el futuro, un canal que no puedes descuidar si quieres marcar alguna diferencia en el mercado.

El comercio electrónico presenta un amplio abanico de ventajas para los consumidores, desde horarios más amplios a mayor cantidad de información para que el cliente pueda tomar la decisión de compra, pasando por múltiples métodos de comunicación, pago y envío, y por proporcionar un amplio catálogo para escoger. los españoles se han dado cuenta de que «Internet es una ventana a una oferta comercial infinita”.

Se estima que el Covid-19 ha aumentado hasta en un 62% las compras online. Debido a ello, muchos almacenes se han colapsado. Y no tanto por la falta de abastecimiento como por el caos generado en la logística para realizar los envíos. Muchas tiendas admiten que han sufrido retrasos por la gran cantidad de pedidos que han recibido, pero a la hora de la verdad, lo normal es que se haya cumplido con los plazos establecidos o que los pedidos hayan llegado incluso antes de lo previsto.

Durante el confinamiento, son muchos los consumidores que no han tenido más remedio que acudir a Internet para adquirir lo que necesitaban. Y, aunque antes no eran muy dados a este tipo de compras, ahora se han dado cuenta de que este medio ofrece infinidad de ventajas. Las ventas a través de Internet han aumentado considerablemente y todo apunta a que esta tendencia seguirá al alza incluso cuando hayamos vuelto a la completa normalidad.

Los consumidores compran tecnología, moda, productos de entretenimiento e, incluso, artículos de alimentación. De hecho, cada vez son más los supermercados que empiezan a librarse de la gran carga de trabajo a la que se han visto expuestas estos últimos meses, pudiendo hacer pedidos a domicilio en una situación tan delicada. Y es que las ventas online en supermercados llegaron a aumentar en un 80% durante al cuarentena.

Aunque el claro ganador fue el sector de los productos de deporte, que vio incrementada sus ventas en un 191%. Seguido de los muebles (135%) y la jardinería (130%). En el otro lado de la balanza se encuentran las prendas de ropa y el calzado, que vieron descender sus ventas en casi un 70%. Pero nada comparado con el desplome de dos grandes mercados como la cultura y el turismo, que debieron frenar en seco su actividad.

Es cierto que muchos negocios ya se habían abierto al mundo online antes de que el Covid-19 hiciera su aparición en escena, lo que les ha permitido seguir a flote. Incluso aquellos que no lo habían hecho pero que se pusieron a trabajar desde el principio, encontraron una forma de vender y de llegar a los clientes, lo que continuará una vez que haya finalizado la pandemia. De esta manera, el comercio electrónico se ha convertido en un bote salvavidas para muchas empresas de todo el mundo. Es más, en algunas ocasiones ha sido el único canal de venta que les ha quedado operativo.

ecommerce

Las lecciones del Covid-19 en el ecommerce

Hasta la llegada del coronavirus,  las ventas online de productos y servicios no habían dejado de aumentar de manera sostenible en el continente europeo, y de manera más contundente en España, con crecimientos interanuales del 25% y grandes previsiones de futuro.

Y, aunque a lo largo de 2020 irá descendiendo con respecto a los momentos más duros de la pandemia, los expertos prevén que el Covid-19 dejará un significativo crecimiento del 20% con respecto a 2019 una vez que se haya superado la pandemia. Tanto por los cambios que se han generado en las motivaciones vitales como por la reducción de la movilidad debido a la mayor presencia del teletrabajo.

Es evidente que el escenario del ecommerce ha cambiado diametralmente y que es complicado que vuelva a ser como lo era antes de la pandemia. Y es que el coronavirus ha servido para consolidad y madurar este sector a nivel global entre los consumidores, dando lugar a nuevos escenarios de oportunidad para el futuro. Sectores como el teletrabajo, la formación o nuevas fórmulas de colaboración han traído consigo otros nuevos modelos de comportamiento y, al mismo tiempo, han generado nuevas oportunidades de mejora que deberán ser satisfechas a medio plazo.

El impacto del Covid-19 en el comportamiento de los consumidores va a ser definitivo y es esencial que se desarrollen acciones de comercio electrónico que se adapten a las nuevas necesidades del sector. El mundo postcoronavirus será mucho más experto en las compras online, para todo tipo de audiencia y categoría. Y la entrada con fuerza de este nuevo canal ha cambiado por completo la manera en la que las marcas se comunican con el consumidor en el momento de la compra. Un consumidor más digital y abierto a nuevos canales.

Según las previsiones, en tres años el comercio electrónico representará el 20% del total de la economía. La directora general de Google España, Fuencisla Clemares, opina que los consumidores actuales no entienden de fronteras y que se mueven en un ecosistema digital en el que buscan el mejor producto, con la mejor calidad y el mejor precio. Y hace hincapié en que la recuperación económica pasa por seguir apostando por la transformación digital de la empresa y de las instituciones a todos los niveles.

1. El comercio electrónico es demasiado complejo

Tal vez la excusa más habitual que se da para explicar la lenta progresión de este sector es que es complicado, o demasiado técnico o demasiado lento. No es necesario que contemos con una página web de diseño, pero sí que responda a las necesidades del consumidor en base a las circunstancias de cada momento.

2. El comercio electrónico no es una estructura aislada

El Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de que las empresas entiendan que los consumidores utilizan muchos medios distintos para interactuar con las marcas y qué impacto tiene cada uno sobre el otro. Aquellos actores que han logrado salir airosos de esa crisis han sido aquellos que contaban con un canal de venta online sólido y con una marca fuerte.

3. El comercio electrónico apuesta por el conocimiento de marca

El consumidor sigue necesitando tiempo para tomar sus decisiones de compra aunque las hagan por Internet. Es más, en Internet las decisiones de compra son incluso más lentas. Esto resulta muy problemático, pues no solamente quiere decir que  hay que proporcionar una experiencia de marca atractiva en el punto de venta, sino que además se debe incrementar considerablemente la disponibilidad mental cuando un consumidor hace compras por impulso.

4. El comercio electrónico no es una estrategia opcional

El crecimiento del ecommerce ha sido espectacular, tanto sectores dominantes como emergentes. Prácticamente todos los sectores han visto como sus ventas aumentaban durante la crisis. Pero además, aunque durante mucho tiempo se ha dicho que las compras online eran cosa de las generaciones más jóvenes y de personas con ingresos más altos, lo cierto es que la cuarentena ha demostrado que es una afirmación completamente falsa. Y es que consumidores de todas las edades y con todo tipo de ingresos han hecho compras online para cubrir sus necesidades. Una vez que el público que era reacio a comprar online lo ha probado, es muy probable que se convierta en una de sus opciones habituales.

5. El comercio electrónico no es solo un punto de venta

La cruda realidad que muchas marcas han tenido que afrontar es que habían puesto todos sus huevos en la misma cesta, por lo que si ese canal presentaba problemas, se quedaban sin vender. Y lo mismo ocurría si el centro de de distribución cerraba y no tenían diversificada la distribución, ya que no había forma de hacer llegar el producto al consumidor. Por eso, cabe esperar que después de la pandemia proliferen los modelos de tienda online con múltiples puntos de venta que construyen múltiples rutas fluidas hacia el mercado y reducen la dependencia de cualquier canal.