Conocer los resultados obtenidos en una determinada estrategia de marketing es clave para la optimización de futuras campañas, lo que lo convierte en un pilar fundamental para el crecimiento de cualquier negocio.
Es más, en muchas ocasiones, esta falta de medición o hacerlo de forma inadecuada puede ser el motivo de que una estrategia termine fracasando. Y, a pesar de ello, continúa siendo una asignatura pendiente para muchas empresas, que se limitan a implementar las estrategias sin saber cuál es el impacto que generan en su audiencia.
¿Por qué debemos medir las estrategias de marketing?
Medir adecuadamente nuestras estrategias de marketing es fundamental para saber si estamos consiguiendo los resultados esperados y, en caso contrario, implementar las medidas necesarias para corregir la estrategia a tiempo.
Además, nos permite detectar cuáles son las acciones que están funcionando mejor y cuáles deberían mejorarse porque no están reportando los resultados esperados. Fundamental para optimizar los recursos de la empresa y aprovechar al máximo el retorno de la inversión. Todos los datos que midamos, recopilemos y analicemos serán de gran utilidad para planificar futuras campañas más eficaces.
¿Cómo medir las estrategias de marketing?
La falta de medición de nuestras campañas puede hacer que la inversión de recursos resulte ineficiente y que estemos perdiendo oportunidades de negocio muy valiosas sin ser conscientes de ello. Con lo cual, es fundamental que las empresas pongan en marcha mecanismos de medición eficaces para valorar el resultado de las estrategias de marketing y tomar decisiones en el futuro sobre una base sólida de datos.
1. Medir cada fase de la campaña
Uno de los mayores errores que muchas personas cometen es medir únicamente cuando termina la campaña, pero lo cierto es que no solamente debemos medir los resultados finales, sino que se trata de una labor constante que debe realizarse a lo largo de todas las fases del proceso. De esta forma, es posible identificar problemas o desviaciones a tiempo e implementar las medidas que sean necesarias para poner remedio antes de que sea tarde.
2. Establecer los indicadores de rendimiento antes de poner en marcha una estrategia
También es esencial establecer cuáles son los indicadores que usaremos para medir nuestras campañas antes de poner en marcha una campaña. Obviamente, estos deben estar ligados a los objetivos que hayamos establecido previamente y ser importantes para el crecimiento de la empresa.
Son conocidos como indicadores clave de rendimiento o KPIs y varían en función del objetivo que queramos lograr, como el costo de adquisición de cliente el ROI o la tasa de conversión, por ejemplo. Estos actúan como una hoja de ruta para valorar el impacto de una campaña en los diferentes objetivos que se persigan, como el incremento de las ventas, la generación de leads o la fidelización de clientes.
3. Determinar cifras objetivo para cada KPI
De nada sirve especificar lo que vamos a medir si no establecemos cuáles son los resultados a partir de los que podemos considerar que la campaña ha sido un éxito. Con lo cual, cada KPI debe tener asociado una cifra objetivo. Las cifras objetivos que establezcamos pueden proceder de otros esfuerzos, campañas o acciones parecidas.
De esta forma, cuando veamos los resultados en nuestras herramientas de medición, podremos saber si la estrategia está funcionando bien o mal.
Pero también debemos valorar la calidad de los datos empleados en la medición. Es muy importante que los datos obtenidos sean precisos y estén actualizados para que podamos llevar a cabo un análisis eficaz de los resultados. Para lo cual, es aconsejable, usar herramientas de analítica y monitorización que puedan proporcionarnos información en tiempo real si es posible, como Google Data Studio, por ejemplo.
En conclusión, medir correctamente nuestras estrategias de marketing es fundamental para garantizar el éxito de cualquier campaña. Y no sólo para poder valorar su impacto real en nuestro público objetivo, sino también porque nos permiten aprovechar mucho mejor los recursos y obtener un mayor ROI. Y, para ello, siempre debemos obtener datos precisos y actualizados.